Energía renovable para revitalizar una comunidad

08 / 03 / 2019

Antes de los combustibles fósiles, la biomasa fue una de las fuentes de generación de energía más utilizadas por el ser humano.

En la actualidad, las dudas sobre el suministro de petróleo y la necesidad de obtener alternativas renovables han vuelto a situar los desechos orgánicos y biológicos procedentes del medio natural como una opción con garantías y respetuosa con el medio ambiente. Lo original era volver al origen.

En la colonia de Santa Rosa, una comunidad situada en el norte de la provincia argentina de Corrientes, saben lo que es vivir de la naturaleza. Fundada a principios del siglo XX, la tierra ha sido la principal fuente de riqueza de este territorio, que todavía hoy es conocido por su producción de madera. Santa Rosa está plagada de aserraderos.

Lluviosa, poblada de lagos, ríos y bosques, en Santa Rosa los cielos se iluminan con frecuencia por las espectaculares tormentas inherentes al patrón climático de la zona, pero, a pesar de la abundancia de aparato eléctrico, la región se ha caracterizado tradicionalmente por sufrir cortes en el suministro y no disponer de energía suficiente para impulsar su desarrollo.

Este déficit energético ha supuesto un lastre para el progreso económico de la zona y para solucionar el problema, las autoridades argentinas han activado un programa de revitalización denominado Plan Belgrano. El plan, en la zona, tiene en la creación del polígono industrial de Santa Rosa uno de sus elementos capitales y, dentro de ese polígono, la construcción de una planta de biomasa constituye una pieza clave. El equipamiento de generación de energía se alimentará de los residuos orgánicos de los aserraderos y permitirá reutilizar y dar una segunda vida a la gran cantidad de serrín y costaneros no utilizables procedentes de la actividad maderera, que hasta ahora se quemaban al aire libre  generando una gran contaminación o quedaban abandonados  generando metano en el proceso de descomposición, siendo éste gas uno de los causantes del efecto invernadero.

 

La aportación de Dominion

Este proyecto tan estratégico para la comunidad de Santa Rosa lleva el sello de Dominion. La empresa que construye la planta de biomasa en la modalidad de llave en mano, abarca desde el diseño hasta la puesta en marcha de la infraestructura, así como, los servicios de operación y mantenimiento posteriores.

“Esta iniciativa va a transformar las vidas de muchas personas. La planta va a generar más de 200 empleos directos durante su construcción y más de 60 durante su operación y mantenimiento, pero también energía eléctrica en una zona que no podía desarrollarse por los apagones y la falta de suministro”.

Manuel Barandiaran

Manuel Barandiaran

| Director de operaciones de Dominion Green

Además de la creación de empleo directo, la nueva central tendrá un impacto positivo en la sostenibilidad medioambiental, en el progreso económico de la comunidad y en la normativización de los aserraderos de la zona.

“Esta central permitirá reducir la contaminación, porque hasta ahora los residuos forestales se quemaban al aire libre y todos esos humos iban directamente a la atmósfera, pero también tendrá un impacto en la generación de riqueza, la disponibilidad de energía permitirá la implantación de nuevas empresas y además las empresas madereras podrán vender sus residuos a la planta. Es decir, que hay un impacto positivo económico, social, medioambiental y en el suministro eléctrico de la zona”, añade Barandiaran.

La planta de biomasa de Santa Rosa, con una potencia de 18 megavatios, estará dotada de una unidad de pretratamiento del material en la que se gestionarán 270.000 toneladas de biomasa al año. La instalación también estará equipada de una caldera, una turbina y un generador, estos dos últimos son los equipamientos más tecnológicos de la planta.

La central, que funcionará 24 horas 365 días al año, contará con más de 2000 puntos de control para su óptimo funcionamiento.